El efecto antioxidante y antiinflamatorio de la cúrcuma


En el año 2015 se llevó a cabo un metaanálisis en el que se recogió toda la evidencia existente acerca del poder antioxidante de la cúrcuma. Dicho metaanálisis demostró que los curcuminoides incrementan la actividad de una enzima crucial para el equilibrio redox, la super-óxido-dismutasa (SOD).

Existe evidencia científica acerca de los beneficios de los curcuminoides en el síndrome metabólico, además de los beneficios de la cúrcuma sobre el metabolismo de los hidratos de carbono y la resistencia a la insulina (una de las vías clásicas de envejecimiento celular). Sobre el cáncer, el hecho de que la cúrcuma modula la expresión y actividad de ciertas proteínas inflamatorias, provoca la existencia de un efecto beneficioso protector.

Dr. Francisco Martínez Peñalver – Equipo Médico Neolife


Dentro de las vías de envejecimiento del cuerpo, una de las más reconocidas es la del equilibrio redox, sobre la cual la cúrcuma ejerce un efecto de antioxidación muy beneficioso.

Los curcuminoides son una mezcla de curcumina, demetoxicurcumina y bisdemetoxicurcumina obtenidos de los rizomas secos de la planta cúrcuma longa, también conocida como curry. En numerosas regiones del mundo, el curry se utiliza como condimento alimentario (1). Son conocidos de sobra sus efectos antiinflamatorios, y desde hace más de veinte siglos se ha utilizado a tal efecto. Lo que no es tan conocido es su uso como protector frente al envejecimiento y a la mayoría de las enfermedades y fenómenos que lo desencadenan. Son unos polifenoles naturales con elevado poder antioxidante.

Uno de los problemas que se plantean en el consumo crónico de cúrcuma es su escasa biodisponibilidad, ya que se metaboliza de manera muy rápida en el hígado. Por ello, es conveniente su asociación con piperina, una sustancia que enlentece dicho metabolismo hepático aumentando la biodisponibilidad de la cúrcuma hasta en un 2000% sin provocar ningún efecto adverso.

cúrcuma

Dentro de las vías de envejecimiento del cuerpo, una de las más reconocidas es la del equilibrio redox, sobre la cual la cúrcuma ejerce un efecto de antioxidación muy beneficioso. Se conocen numerosas vías metabólicas por las que la curcumina va recogiendo radicales libres, tanto especies de oxígeno (ROS) como de nitrógeno. En el año 2015 se llevó a cabo un metaanálisis en el que se recogió toda la evidencia existente acerca del poder antioxidante de la cúrcuma. Dicho metaanálisis demostró que los curcuminoides incrementan la actividad de una enzima crucial para el equilibrio redox, la super-óxido-dismutasa (SOD). Además, incrementan la actividad de otra enzima imprescindible para este equilibrio, la catalasa, aumenta las concentraciones de GSH y reduce la peroxidación de los lípidos séricos (lo cual tiene efecto protector a nivel cardiovascular). Estos resultados indican un efecto significativo de mejoría con el tratamiento con curcuminoides sobre todos los actores que intervienen en el estrés oxidativo (2). Asociada a la curcumina, el suplemento Neocúrcuma Antiox pone en juego otras moléculas con reconocido poder antioxidante como el resveratrol, el brócoli, la astaxantina o el té verde.

Otro de los síndromes asociados al envejecimiento del cuerpo y que es culpable de un gran número de muertes y años de calidad de vida perdidos, es el síndrome metabólico. En este síndrome se liberan al torrente sanguíneo unas proteínas proinflamatorias denominadas citokinas, que son las grandes responsables de los efectos perniciosos a nivel, especialmente, cardiovascular. Existe evidencia científica acerca del poder de la curcumina a la hora de disminuir los niveles séricos de estas citokinas, pero son estudios preliminares que demuestran la existencia del efecto beneficioso, pero no a qué dosis ni durante cuánto tiempo, lo que requerirá investigaciones futuras (3).

Existe más evidencia científica acerca de los beneficios de los curcuminoides en el síndrome metabólico. Aparte del referido “efecto antiinflamatorio”, para el que en este suplemento se han adicionado otros compuestos como el escaramujo, estas moléculas ejercen un efecto muy positivo, como veíamos en el apartado de equilibrio redox, sobre la peroxidación de lípidos en sangre periférica. Esto se traduce en una mejoría significativa de los niveles de triglicéridos, colesterol total y LDL en los pacientes.

Pero además, existe evidencia científica acerca de los beneficios de la cúrcuma sobre el metabolismo de los hidratos de carbono y la resistencia a la insulina (otra de las vías clásicas de envejecimiento celular) (4).

Sobre el cáncer, el hecho de que la cúrcuma modula la expresión y actividad de ciertas proteínas inflamatorias (las anteriormente mencionadas citokinas), provoca la existencia de un efecto beneficioso protector que actualmente se está desarrollando en ensayos clínicos en fases muy precoces y que puede desembocar en el uso de los curcuminoides como agentes coadyuvantes en el tratamiento contra el cáncer (5).

En resumen, el suplemento Neocúrcuma Antiox ofrece una formulación muy completa al unir de manera sinérgica la acción de numerosos agentes que van a ayudar a balancear el equilibrio redox de nuestros pacientes y al mismo tiempo ejercer un efecto beneficioso sobre su perfil cardiovascular y constituir una útil ayuda en el manejo de los trastornos inflamatorios crónicos.


BIBLIOGRAFÍA

(1) Zhou H et al. The targets of curcumin. Current Drug Targets, 12, 332-347.

(2) Sahebkar A et al. Effects of curcuminoids on oxidative stress: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Journal of Functional Foods (2015).

(3) Panahy Y et al. Effects of curcumin on serum cytokine concentrations in subjects with metabolic síndrome: A post-hoc analysis of a randomized controlled trial. Biomed Pharmacother.2016 Aug;82:578-82.

(4) Chuengsamarn S et al. Curcumin extract for prevention of type 2 diabetes. Diabetes Care 2012;35:2121e7

(5) Kunnumakkara AB et al. Curcumin inhibits proliferation, invasion, angiogenesis and metastasis of different cancers through interaction with multiple cell signaling proteins. Cancer Lett. 2008 Oct 8;269(2):199-225.