Los estimulantes pueden no ser saludables


Las bebidas energéticas son productos artificiales que están compuestos por múltiples sustancias estimulantes que buscan generar en el consumidor efectos energéticos, regeneradores de la fatiga y del cansancio.

Sin embargo, el consumo diario de una o más bebidas energéticas puede tener una gran variedad de efectos adversos. Una ingesta desproporcionada -tomar 3 o más bebidas de este tipo al día-, puede ocasionar cambios en el ritmo cardíaco, aumento de la adrenalina a niveles superiores a los normales, gastritis, estimulación del sistema nervioso, daños y alteraciones a nivel renal, promover la diuresis en exceso, deshidratación y natriuresis (eliminación de sodio por la orina), intoxicación aguda por cafeína, dependencia y abstinencia.

Tania Mesa – Directora de la Unidad de Nutrición y Enfermería Neolife

Estefanía Schoendorff – Unidad de Nutrición y Enfermería Neolife


¿Son las bebidas energéticas realmente un peligro para la salud?

Hoy en día somos muchos los que nos preocupamos por nuestra salud, por mantener nuestros órganos jóvenes y no caer enfermos. Por ello intentamos alcanzar y/o mantener unos hábitos nutricionales sanos y equilibrados, una calidad de vida que permita esforzarnos por mejorar y mantener un rendimiento físico y mental óptimo para afrontar la vida real a la que nos enfrentamos cada día, que no es fácil.

En la actualidad, nos enfrentamos a un ritmo de vida muy acelerado, donde prima el tiempo. Queremos ser más proactivos en el medio laboral, a la vez que intentamos mantener un rendimiento físico aceptable a nuestras necesidades energéticas, comer lo mejor posible (si no es mucho pedir, mejor sentados) y mantener una vida familiar y de ocio que nos haga sentirnos felices.

Bebidas-estimulantes

Pero en multitud de ocasiones, la falta de tiempo hace imposible realizar todo lo que nos proponemos cada mañana al levantarnos. Y esforzarnos más de lo que nuestro cuerpo/mente es capaz de soportar nos puede llevar, sin querer, a un descanso físico/psíquico insuficiente, y lo que es peor, a un agotamiento mental que a su vez nos aleja de nuestros objetivos… y acaba enfermándonos.

Por ello, la ciencia -o mejor dicho la industria-, en la última década ha ido dirigida a dar con fórmulas y sustancias que les permitiera desarrollar alimentos, bebidas, etc., que nos ayuden a estar más atentos, alerta, activos, enérgicos… durante un periodo mayor de tiempo al que estaríamos sin tomarlos, pero… ¿estamos poniendo en peligro nuestra salud?.

Las bebidas energéticas son productos artificiales que están compuestos por múltiples sustancias estimulantes que buscan generar en el consumidor efectos energéticos, regeneradores de la fatiga y del cansancio. Sin embaergo, el consumo diario de una o más bebidas energéticas puede tener una gran variedad de efectos adversos (1). Además, una ingesta desproporcionada -tomar 3 o más bebidas de este tipo al día-, puede ocasionar cambios en el ritmo cardíaco, un aumento de la adrenalina a niveles superiores a los normales, gastritis debido a su acidez, estimular el sistema nervioso, daños y alteraciones a nivel renal, promover la diuresis en exceso, deshidratación y natriuresis (eliminación de sodio por la orina), intoxicación aguda por cafeína, dependencia y abstinencia. El consumo excesivo reduce también la sensibilidad insulínica, eleva la tensión arterial, produce cefaleas crónicas en mujeres jóvenes, ansiedad, miedo y crisis de angustia, entre otros.

La cafeína produce efectos tóxicos a partir de los 240 mg.

Entre los principales compuestos de estas bebidas energéticas destacan el agua, el guaraná, la taurina, el ginseng y las altísimas concentraciones de cafeína y azúcar, que pueden llegar a presentar grandes riesgos tóxicos -anteriormente nombrados-, por su consumo excesivo.

Como consumo excesivo nos referimos a la ingesta de más de 3 bebidas de 250 ml cada una al día, que a su vez nos proporcionan más de 240 mg de cafeína/día. A partir de 550 mg existe riesgo cardiovascular y consecuencias negativas neurológicas. Por ejemplo, una lata de Red Bull de 250 ml contiene unos 80 mg de cafeína, con unos 27 gr de azúcar, y una lata de Monster de 473 ml contiene unos 169 mg de cafeína y unos 57 gr de azúcar, casi el triple del consumo diario de azúcar que aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) para nuestra salud.

El origen de estas bebidas estimulantes, antiguamente conocidas solo en países asiáticos, comenzó por su industrialización mundial en los años ochenta y noventa. El más famoso de ellos, Red Bull, se empezó a comercializar en los años 90, hace ya 25 años.

En febrero de este año, la revista American College of Sports Medicine (ACSM) ha realizado una publicación donde proporciona nuevas advertencias útiles sobre este tipo de bebidas estimulantes y sus peligros, que afectan a un gran número de población, especialmente a los niños (3).

Estas bebidas estimulantes, altamente azucaradas y cafeinadas, con un alto porcentaje en vitaminas, aminoácidos y minerales a nivel deportivo, se centran en mejorar el rendimiento de los atletas y sus competiciones cuando se usan con moderación y de forma segura. “Pueden tener algunos efectos positivos a corto plazo que mejoran el rendimiento”, dijo John Higgins (2), Jefe de Cardiología del Hospital General Lyndon B. Johnson y Director de Fisiología del Ejercicio en el Instituto de Medicina del Deporte y Desempeño Humano. Pero también es consciente de su peligrosidad cuando el consumo es regular, incontrolado y excesivo, en personas no deportistas, por lo que busca advertir sobre su consumo en las siguientes recomendaciones:

  • Debemos proteger a los niños y adolescentes. Estos tienen un mayor riesgo de complicaciones por presentar un menor tamaño corporal con respecto a las cantidades de cafeína que ingieren.
  • El marketing orientado a la población infantil debe ser retirado.
  • No usar bebidas energéticas antes, durante y después del ejercicio extenuante (se han producido fallecimientos relacionadas en estos casos).
  • Es necesaria una mayor educación e información de los posibles efectos adversos de este tipo de bebidas, así como un uso seguro de las mismas.
  • No debe usarse en mujeres embarazadas o periodo de lactancia.
  • No ingerir por personas que presentan alta sensibilidad a la cafeína o al azúcar.
  • Contraindicado en personas que presentan afecciones cardiovasculares o neurológicas.
  • No debe usarse para hidratación deportiva.
  • No debe mezclarse con alcohol (altamente peligroso).
  • Debe estar perfectamente etiquetado.

Debido a la composición de este tipo de bebidas y sus efectos, la OMS, sugiere que se denominen bebidas ESTIMULANTES. En su composición (4) podemos destacar:

alimentos que no debemos comer

En menor medida, pero no por ello menos importantes, las bebidas energéticas también cuentan con las siguientes vitaminas:

  • Tiamina – Vitamina B1
  • Niacina – Vitamina B3
  • Ácido Pantoténico – Vitamina B5
  • Piridoxina – Vitamina B6
  • Ácido ascórbico – Vitamina C

El mayor problema de combinar estas bebidas estimulantes con alcohol, aparte de las kcal consumidas, es que enmascaran los efectos depresores del etanol, pero se siguen manteniendo los niveles del mismo y sus efectos nocivos en el organismo. De tal manera que al aumentar la resistencia y reducir el cansancio, especialmente en situaciones sociales (reuniones laborales, familiares, festejos…), el consumo de alcohol aumenta y puede llevar a intoxicaciones etílicas, y, en casos extremos, provocar la muerte.

En Neolife, somos conscientes de la falta de información existente sobre este tipo de bebidas y la necesidad de informar sobre los posibles efectos adversos cuando se consumen en exceso, ya que los resultados a su ingesta pueden ser devastadores para la salud.

En el artículo sobre nutrición de mayo publicaremos recetas de bebidas alternativas fáciles de preparar, estimulantes más saludables, que nos van ayudar a favorecer y mejorar nuestro rendimiento diario sin necesidad de afectar a nuestra salud.


BIBLIOGRAFÍA

(1) https://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/salud/los-peligros-de-consumir-bebidas-energeticas/2016-03-20/082444.html
(2) https://med.uth.edu/internalmedicine/faculty/john-p-higgins-md-mphil-mba-facc-facp-faha/
(3) https://www.acsm.org/about-acsm/media-room/news-releases/2018/02/08/acsm-announces-new-recommendations-and-warnings-regarding-safety-of-energy-drinks.
(4) https://www.scielo.org.co/pdf/penh/v17n1/v17n1a7.pdf
(5) https://www.scielo.org.co/pdf/rfmun/v59n3/v59n3a08.pdf