El papel de la nutrición en la enfermedad cardiovascular

Área de Nutrición de Neolife


Según un estudio publicado en The New England Journal, una dieta mediterránea bien balanceada puede reducir el riesgo de la enfermedad cardíaca en más de un 30%. 

La nutrición es un factor clave en la prevención de la enfermedad cardiovascular. La dieta mediterránea o dietas de bajo índice glucémico son opciones óptimas, mientras que las dietas bajas en grasa, además de ser muy difíciles de mantener en el tiempo, no han demostrado ser útiles en la prevención de la enfermedad cardiovascular.

El papel de la nutrición en la enfermedad cardiovascular

Hasta ahora, no había evidencias claras del efecto de la dieta mediterránea en la enfermedad cardiovascular, y aunque múltiples estudios realizados muestran que parece que las personas de países mediterráneos tienen menores tasas de enfermedades del corazón, este patrón podría haber sido atribuido a factores distintos a la dieta.

Gracias a un nuevo estudio realizado por el Dr. Ramón Estruch, profesor de medicina en la Universidad de Barcelona, y publicado en The New England Journal, se puede ver el verdadero poder que ejerce la dieta en la reducción del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular.  El estudio relaciona dieta mediterránea y enfermedad cardiovascular, y se basa en el primer ensayo clínico importante para medir el efecto que tiene la dieta sobre los riesgos cardíacos.

El estudio tomó a 7.447 personas asignadas aleatoriamente en España que presentaban sobrepeso, eran fumadoras o tenían diabetes u otros factores de riesgo en las enfermedades del corazón. Suministrándoles una dieta mediterránea bien balanceada, rica en frutas, verduras, pescado y aceite de oliva, la enfermedad cardíaca se redujo en más de un 30%. Tal fue el éxito del estudio que se terminó antes de tiempo, después de casi cinco años, debido a que los resultados eran tan concluyentes que no se consideró necesario continuar.

Rachel Johnson, profesora de nutrición en la Universidad de Vermont y portavoz de la American Heart Association, afirma que los efectos de la dieta mediterránea sobre la enfermedad cardiovascular son muy significativos. En el estudio no se tomaron como factores de riesgo el colesterol, la hipertensión o el peso, sino que se midieron los ataques cardíacos, los accidentes cerebrovasculares y la muerte. Al fin y al cabo, eso es lo verdaderamente importante y concluyente. Además, la ciencia va avanzando y las cosas cambian. A día de hoy sabemos que el colesterol no es ni mucho menos el principal culpable de la enfermedad cardiovascular.

Por otra parte, como afirma el Dr. Steven E. Nissen, presidente del departamento de enfermedades cardiovasculares en la Cleveland Clinic Foundation, las dietas bajas en grasa no han demostrado ser útiles en la prevención de la enfermedad cardiovascular, además de ser muy difíciles de mantener.

La dieta mediterránea es una dieta que no restringe drásticamente las grasas como se ha hecho hasta ahora, si no que aporta las grasas más saludables (monoinsaturadas y poliinsaturadas) en las proporciones adecuadas, y resulta ser la mejor forma para mantener un mejor equilibrio entre omega 6 y omega 3, al ser rica en pescado y frutos secos. Una dieta mediterránea se caracteriza por la ingesta de tres raciones diarias de fruta, dos raciones diarias de verduras, pescado y legumbres al menos tres veces en semana, carnes blancas en vez de carnes rojas, cuatro cucharadas diarias de aceite de oliva virgen extra y siete copas de vino a la semana.

La dieta mediterránea no es solo la mejor opción nutricional en la prevención de la enfermedad cardiovascular, sino que además es una alimentación saludable y equilibrada con la que verdaderamente se puede disfrutar comiendo.


BIBLIOGRAFÍA

(1) https://www.nytimes.com/2013/02/26/health/mediterranean-diet-can-cut-heart-disease-study-finds.html?pagewanted=all&_r=0

(2) https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1200303

(3) https://www.hsph.harvard.edu/news/press-releases/mediterranean-diet-linked-with-lower-heart-disease-risk/