Una mala alimentación es sinónimo de una mala salud


Alimentos ultraprocesados, fast foods, bebidas azucaradas, bollería industrial, dulces, postres lácteos azucarados, comidas con grasas y sal extra, son alimentos y comidas muy presentes en el día a día de muchas personas, sin conocer realmente sus consecuencias.

Recientemente, se ha dado el caso de un joven británico que ha desarrollado ceguera por comer solo alimentos procesados a diario, en especial patatas fritas, pan blanco, jamón y salchichas. El caso relatado en la revista científica Annals of Internal Medicine señala que los expertos apuntan directamente a la comida basura como la culpable. Cabe preguntarse entonces cómo de agresivos pueden ser los alimentos ultraprocesados y las consecuencias que ello conlleva para nuestra salud.

Alejandro Monzó – Unidad de Nutrición de Neolife.


La dieta se ha convertido en uno de los principales factores de riesgo para la perder la salud

Los malos hábitos de vida se han convertido en la mayor amenaza para la salud mundial. Según el estudio publicado por The Lancet, una alimentación desequilibrada está relacionada con 11 millones de muertes en 2017 en el mundo (1). Esta cifra representa una quinta parte de los 57 millones de fallecimientos anuales a nivel mundial, y es superior a las defunciones atribuidas al tabaco (7 millones), el cáncer (8,2 millones), los infartos (5,5 millones) y la obesidad (2,8 millones). Por ello, los autores señalan que una de cada cinco muertes en el mundo está relacionada con una mala alimentación.

El estudio encuentra que, aunque el impacto de los factores dietéticos individuales varía de un país a otro, tres factores dietéticos como la ingesta baja de cereales integrales, frutas y el alto consumo de sal representan más del 50% de las muertes relacionadas con la dieta (Figura 1). El otro 50% se atribuyeron al alto consumo de carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas y ácidos grasos trans, entre otros alimentos.

Alimentación insana
Figura 1. Tasa de mortalidad y número de muerte a nivel global atribuibles a la dieta (1).

Demasiada sal eleva la tensión arterial, lo cual a su vez aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La sal también puede tener un efecto directo en el corazón y los vasos sanguíneos, lo que puede provocar insuficiencia cardíaca. Los granos enteros, las frutas y las verduras tienen el efecto contrario, son cardioprotectores y reducen el riesgo de problemas cardíacos, cáncer y diabetes mellitus (2). La creciente evidencia en todos los estudios indica que el patrón de dieta occidental, sobre todo la gran cantidad de carne y alimentos ultraprocesados, está fuertemente asociada con el riesgo de desarrollar este tipo de enfermedades crónicas.

El sistema NOVA clasifica los alimentos por su grado de procesamiento en cuatro grupos, desde materias primas alimenticias hasta lo que se conoce como alimentos ultraprocesados. Los alimentos ultraprocesados se tratan de formulaciones industriales elaborados a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas trans, proteína hidrolizada, aditivos) y no contienen ningún alimento entero reconocible (Figura 2). Generalmente tienen más de cinco ingredientes, nutricionalmente son desequilibrados, tienen una alta palatabilidad (son extremadamente sabrosos) y son fáciles de consumir (3).

Cada vez son más los estudios que demuestran el peligro que supone para la salud el consumo de este tipo de “alimentos”. Un nuevo estudio en 20.000 voluntarios publicado en la revisa British Medical Journal, muestra que consumir más de cuatro porciones diarias de alimentos ultraprocesados se relaciona con un 62% de mayor riesgo de todas las causas de mortalidad. Es más, por cada ración adicional el riesgo crece un 18%, señalan los autores (4).

Sin embargo, no debemos olvidar que además del consumo de alimentos procesados, el consumo de las bebidas azucaradas agrava todavía más la situación. El mayor estudio realizado hasta la fecha en Europa se acaba de presentar en la revista JAMA Internal Medicine. Los resultados muestran que las personas que beben dos vasos diarios de refresco, es decir, medio litro, presentan un riesgo de muerte prematura un 17% mayor que los consumidores ocasionales que toman un vaso al mes como mucho (5). El análisis, de casi medio millón de europeos, apunta tanto a las bebidas azucaradas como a las endulzadas con edulcorantes artificiales.

Melatonina a altas dosis un protector frente al cáncer
Figura 2. Sistema NOVA de clasificación de alimentos:alimentación real vs alimentación ultraprocesada (3).

En referencia al caso del joven británico diagnosticado con ceguera, el paciente confesó que desde la escuela primaria comía una porción diaria de patatas fritas, salchichas, pan blanco, jamón y evitaba a toda costa muchos alimentos que le resultaban desagradables por su textura (6). Su mala alimentación le había provocado deficiencia en vitamina B12, así como bajos niveles de cobre, selenio, vitamina D y densidad mineral ósea (7).

Tras años de malos hábitos, el joven acabó desarrollando una neuropatía óptica nutricional. La reciente evidencia científica, como hemos visto, ha relacionado a los alimentos ultraprocesados con un riesgo para la salud física, pero este caso ha sorprendido a la comunidad científica, ya que los autores concluyen que es importante explorar el daño psicológico que provocan estos alimentos, puesto que se trata del primer caso clínico de ceguera por un consumo de comida basura asociado con un trastorno de la conducta alimentaria (6).

Por ello, los investigadores recalcan que los riesgos de una alimentación insana son sinónimo de una mala salud cardiovascular, favorece la obesidad y el cáncer asociados con el consumo de este tipo de comida. Una nutrición perjudicial, va más allá, y puede dañar considerablemente el sistema nervioso.  Un reciente estudio con más de 14.000 voluntarios de la cohorte del Proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) concluye que el consumo regular de alimentos ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de desarrollar depresión clínica en el futuro (8).

Desde Neolife, queremos transmitir la importancia que tiene llevar una adecuada alimentación y llevar un estilo de vida saludable y activo. Cada vez es más sólida la evidencia científica acerca del problema para nuestra salud que supone el consumo de este tipo de alimentos. Desde enfermedades crónicas, como cardiovasculares, obesidad, cáncer, diabetes hasta trastornos psicológicos y depresión clínica. La prevención de enfermedades y lograr una mayor calidad de vida son los objetivos de nuestro equipo de nutrición y médico, por lo que lanzamos este mensaje para concienciar y ser consecuentes de que el día a día cuenta, y una adecuada alimentación, muchas veces olvidada, es un pilar fundamental para nuestra salud.


BIBLIOGRAFÍA

(1) GDT 2017 Diet Collaborators. (2019). “Health effects of dietary risks in 195 countries, 1990-2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017”. The Lancet.

URL: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(19)30041-8/fulltext

(2) Mozaffarian, D. (2017). “Foods, obesity, and diabetes – are all calories created equal?”. Nutr. Rev, 75(1): 19-31.

URL: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28049747

(3) Monteiro C.A. y otros. (2016). “NOVA. The star shines bright”. Food classification. Public health. World Nutrition January-March 2016, 7, 1-3, 28-38.

URL: https://archive.wphna.org/wp-content/uploads/2016/01/WN-2016-7-1-3-28-38-Monteiro-Cannon-Levy-et-al-NOVA.pdf

(4) Rico, C.A. y otros. (2019). “Association between consumption of ultra-processed foods and all cause mortality: SUN prospective cohort study”. BMJ.

URL: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31142450

(5) Mullee A. y otros. (2019). “Association between soft drink consumption and mortality in 10 European countries”. JAMA Intern Med.

URL: https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/2749350?guestAccessKey=b99410a9-8afc-4953-b328-bbb2620dfacd&utm_source=For_The_Media&utm_medium=referral&utm_campaign=ftm_links&utm

_content=tfl&utm_term=090319

(6) Harrison, R. y otros. (2019). “Blindness caused by a junk food diet”. Annals of Internal Medicine.

URL: https://annals.org/aim/article-abstract/2749497/blindness-caused-junk-food-diet?searchresult=1

(7) Diario El Mundo. (2019). “Un joven se queda ciego tras basar su dieta durante años en patatas fritas, pan blanco, jamón y salchichas”. Ciencia y Salud.

URL: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2019/09/04/5d6f903efc6c8347488b4617.html

(8) Gómez-Donoso, C. y otros. (2019). “Ultra-processed Food consumption and the incidence of depression in a Mediterranean cohort: the SUN Project”. Eur J Nutr.

URL: https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs00394-019-01970-1