PARA AQUELLOS QUE QUIERAN VIVIR UNA VIDA PLENA, INDEPENDIENTEMENTE DE LA EDAD QUE TENGAN

EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO COMIENZA A PARTIR DE LOS 35 AÑOS Y SE ACELERA CON EL PASO DE LOS AÑOS

Actuando sobre las causas del envejecimiento podemos evitar, o al menos retrasar, la aparición de enfermedades relacionadas con este proceso, mejorando así nuestra calidad de vida.

El paso del tiempo y nuestro estilo de vida hacen que nuestro organismo comience a perder su poder renovador.

Desde el punto de vista científico, el envejecimiento es el resultado del daño celular y subcelular que se produce con el paso del tiempo, y es la causa de:
  • La disminución de la calidad de vida, el bienestar y la vitalidad.
  • La aparición de las enfermedades relacionadas con la edad, tales como: las cardiovasculares, las neurodegenerativas, las metabólicas como la diabetes, la osteoporosis, el cáncer o las alteraciones del sistema inmunológico. Estas enfermedades suponen la primera causa de muerte en las sociedades desarrolladas.

¿POR QUÉ ENVEJECEMOS?

Los mecanismos fundamentales por los que el envejecimiento ocurre están muy bien ilustrados en el artículo The Hallmarks of Aging (López-Otín, C., Blasco, M. A., Partridge, L., Cell, M. S., 2013), de un grupo de investigadores españoles (López-Otín, M. Blasco…) que marcó un hito en la biogerontología. En concreto son las siguientes:
1

Inestabilidad genética

El deterioro del ADN impacta en el funcionamiento celular y mitocondrial. Hay evidencia de que regular al alza los mecanismos de reparación del mismo prolongan la supervivencia.

2

Acortamiento telomérico

El envejecimiento hace que los extremos de los cromosomas se acorten, marcando un comportamiento celular más “envejecido”, con menos divisiones y regeneración de los tejidos, y consecuentemente con más enfermedades. 

3

Alteraciones epigenéticas

Las “instrucciones de montaje” que vienen en nuestro genoma no determinan nuestra salud de forma completa. Hay muchos mecanismos (fundamentalmente nuestros hábitos de vida) que nos permiten interpretar nuestra partitura mejor o peor, facilitando o dificultando la aparición de enfermedades a las que estábamos predispuestos.
4

Pérdida de la proteostasis

Las proteínas de nuestro cuerpo están en un constante ciclo de creación, deterioro y eliminación. La pérdida de este equilibrio produce acumulación de deshechos proteicos en numerosos órganos, dañando su función. En el cerebro conduce a enfermedades como Alzheimer y Parkinson.

5

Sensibilidad a los nutrientes

Con los años nuestro cuerpo reacciona peor a los nutrientes, produciendo resistencia a la insulina y otros ejes hormonales. La restricción calórica o su simulación con fármacos ha mostrado aumentar la longevidad; también la reposición hormonal combate los efectos del envejecimiento en los tejidos diana.
6

Disfunción mitocondrial

Las mitocondrias son los “hornos” de las células, donde oxidamos (quemamos) los nutrientes. Su disfunción descontrola el estrés oxidativo y acelera el envejecimiento.
7

Senescencia y envejecimiento celular

En un tejido sano, cuando una célula está deteriorada se activa una muerte celular programada (apoptosis) para ser reemplazada por otra nueva. Cuando este mecanismo se altera, los tejidos acumulan células envejecidas y poco funcionales, y a largo plazo es el propio tejido/órgano el que deja de funcionar correctamente.
8

Agotamiento de las células madre

La reparación de células dañadas y el mantenimiento en perfecto estado de nuestro organismo depende de las células madre. Estas tienen mecanismos que aseguran una mayor supervivencia y capacidad de reproducción. El agotamiento de esta capacidad hace que no seamos capaces de regenerarnos adecuadamente a partir de cierta edad.
9

Alteración comunicación intercelular

La alteración de los sistemas hormonales, la inflamación y la pérdida de factores estimulantes sanguíneos hacen que el envejecimiento vaya más allá de una célula concreta y se “contagie”.

¿ENVEJECEMOS TODOS A LA MISMA VELOCIDAD?

El envejecimiento es inexorable: con el paso de los años se produce en nuestro organismo un declive y/o aumento de una serie de biomarcadores -analíticos, hormonales, funcionales, cardiovasculares, neurocognitivos, antropométricos-. Sin embargo, la velocidad de este envejecimiento no es la misma en todos nosotros, pues está modulada por tres factores fundamentales: 

Genética

La carga genética de nuestro ADN condiciona desde que nacemos cuál será el ritmo al que envejeceremos, aunque según estudios científicos, esta tan solo pesa en torno al 30% del total.

Estilos y hábitos de vida

Influyen negativa o positivamente en el proceso de envejecimiento: el estrés, la alimentación, el ejercicio, los tóxicos medioambientales, el descanso, los hábitos tóxicos...

Actuación médica

Las acciones que realicemos en el ámbito de la Medicina Preventiva Antienvejecimiento pueden reducir en gran medida la velocidad a la que envejece nuestro organismo.

SÍNTOMAS EN LA MUJER

El proceso de envejecimiento se empieza a manifestar a partir de los 35-40 años. En las mujeres existen dos etapas relacionadas con este proceso, la Menopausia y la Premenopausia, que son dos puntos de inflexión claramente identificables.

Algunos de los síntomas más frecuentes en la mujer son:

Aparición de enfermedades relacionadas con la edad - cardiovasculares, cáncer, diabetes, osteoporosis, neurodegenerativas...

Recurso 1

Aumento descontrolado de peso y retención de líquidos.

Disminución del colágeno y la elastina - falta de elasticidad en la piel e incremento de arrugas.

SÍNTOMAS EN EL HOMBRE

El proceso de envejecimiento se empieza a manifestar a partir de los 35-40 años. Al igual que en las mujeres comienza con la menopausia, en los hombres esta etapa se denomina Andropausia, más conocida como “la crisis de los 40”.

Aparición de enfermedades relacionadas con la edad - cardiovasculares, cáncer, diabetes, osteoporosis, neurodegenerativas...

Disminución del rendimiento sexual - disfunción eréctil, pérdida de potencia del órgano sexual (dureza, duración y eyaculaciones menos intensas), disminución de la libido y deseo sexual…

Deterioro muscular - pérdida de masa muscular (sarcopenia), musculatura más débil (kratopenia) y pérdida de fuerza y velocidad (dynapenia).

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