Testosterona

Testosterona y próstata: ¿aliada o riesgo real?


Un estudio publicado en el año 2020, que incluyó a más de 800 hombres seguidos desde 2004, mostró que la terapia con testosterona no se asocia con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Además, los casos detectados son menos agresivos y con mejor pronóstico.

El miedo al cáncer de próstata no debería ser motivo automático para negar terapia de reemplazo de testosterona en hombres hipogonadales, siempre que se sigan los protocolos de control y se excluya previamente enfermedad prostática oculta.

Dra. Sánchez – Equipo Médico Neolife


¿Qué dice el nuevo estudio?

Un seguimiento a largo plazo de hombres con niveles de testosterona compatibles con hipogonadismo (testosterona de 350 ng/dL o 3,5 ng/mL) muestra que la terapia con testosterona no incrementa la incidencia de cáncer de próstata que por muchos años fue asociada a está terapia, y, si aparece, tiende a ser menos agresivo que en aquellos sin tratamiento con testosterona.

¿Qué se estudió y qué resultados encontraron?

Por un lado, 428 hombres recibieron terapia de testosterona (grupo T) y 395 no recibieron terapia (grupo control, CTRL). Los datos son claros, sólo el 2.8% de hombres tratados con testosterona desarrolló cáncer de próstata, frente al 11.1% del grupo sin tratamiento con testosterona.

testosterona

Incluso, en el grupo tratado con testosterona, el cáncer de próstata apareció solo durante los primeros 18 meses de tratamiento y la mayoría de los tumores fueron de bajo grado (menos agresivos). En cambio, en el grupo sin tratamiento con testosterona, los tumores tendieron a ser más invasivos y con mayor grado de agresividad (puntuación de Gleason).

Cabe destacar que, en el grupo tratado con testosterona, no hubo recurrencias ni muertes por cáncer de próstata, a diferencia del grupo control donde sí hubo recurrencias y 12 muertes por cáncer de próstata durante el seguimiento. Cabe destacar, que casi todos los hombres tratados con testosterona pudieron retomar el tratamiento tras ser operados.

Conclusión: ¿Qué implicaciones tiene esto?

Estos datos respaldan la seguridad de la terapia con testosterona en varones adecuadamente seleccionados que durante más de 30 años se ha ido demostrando (p.ej. el estudio TRAVERSE, ya comentado anteriormente en la newsletter de Julio 2024 ‘‘Cómo la TRHB puede reducir la mortalidad y el riesgo de padecer cáncer’’, disipando uno de los grandes temores en la práctica médica y abriendo la puerta a mejorar la calidad de vida de muchos hombres con seguridad y controles periódicos.

Resulta que la testosterona no solo parece ser segura, sino también parece ser preventiva frente al tan temido cáncer de próstata al asociarse a tumores de menor gravedad siempre que se realice adecuado seguimiento y selección de pacientes.

Los estudios más recientes aportan tranquilidad: no existe una relación entre los niveles endógenos de testosterona y la aparición de cáncer de próstata. Además, la terapia con testosterona exógena tampoco ha mostrado incrementar los niveles de PSA ni el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. De hecho, a diferencia de lo que se pensaba años atrás, se ha observado que el cáncer de próstata de alto grado se asocia con niveles bajos de testosterona en sangre (1).

Hasta ahora los estudios clínicos confirman también que la testosterona no aumenta el riesgo de infarto y que, hasta la fecha, no hay evidencia que vincule su uso con un mayor riesgo de cáncer de próstata, situaciones que alertaban a los médicos sobre la implementación de está terapia. Estos hallazgos coinciden con las recomendaciones de la American Urological Association (AUA), que desde el 2018 ya señalaba que los hombres en tratamiento con testosterona no presentan un riesgo superior de desarrollar cáncer de próstata, algo que estos estudios respaldan con fuerza.

El miedo al cáncer de próstata no debería ser motivo automático para negar terapia de reemplazo de testosterona en hombres hipogonadales, siempre que se sigan los protocolos de control y se excluya previamente enfermedad prostática oculta.

En Neolife consideramos que es útil informar que la evidencia actual no muestra un aumento del riesgo de cáncer de próstata con testosterona en estos contextos; enfatizamos la importancia de un adecuado seguimiento urológico y selección inicial del paciente personalizando cada caso.


BIBLIOGRAFÍA

(1) Raynaud, J.-P. (2009). Testosterone deficiency syndrome: Treatment and cancer risk. The Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology, 114(1–2), 96–105.

(2) S. Haider, A. Haider, X. Xu, 376 Prostate Cancer (PCa) Incidence and Severity in 823 Hypogonadal Men With and Without Testosterone Therapy (TTh) in a Controlled, Observational Registry Implying 7,116 Patient-years, The Journal of Sexual Medicine, Volume 17, Issue Supplement_1, January 2020, Page S105, https://doi.org/10.1016/j.jsxm.2019.11.221


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