Salud cognitiva

El estrógeno como protector de la salud cognitiva en menopausia prematura


El estrógeno es una hormona esteroidea que desempeña una función significativa en el sistema nervioso central, incluyendo el cerebro. Su influencia en el cerebro se extiende más allá de su papel en el ciclo menstrual y la fertilidad.

Los estrógenos influyen en la plasticidad sináptica, proceso fundamental para el aprendizaje y la memoria. Se ha postulado que los estrógenos pueden ejercer un impacto positivo en el cerebro al promover la plasticidad sináptica, mantener la integridad de las neuronas y reducir la respuesta inflamatoria. Estos mecanismos podrían contribuir a la preservación de la función cognitiva.

Dr. César Montiel – Equipo Médico Neolife


El papel de los estrógenos y la terapia hormonal menopáusia en la función cognitiva y la enfermedad de Alcheimer

La menopausia prematura o temprana se define como aquella que ocurre de manera espontánea antes de los 40 años o como resultado de una intervención quirúrgica antes de los 45 años. La Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica (TRHB) ha demostrado ser eficaz en el alivio de los síntomas severos asociados con la menopausia, y se ha planteado la hipótesis de que podría tener un efecto protector contra el deterioro cognitivo, en particular, en casos de demencia tipo Alzheimer.

La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la presencia de dos estructuras proteicas anómalas en el cerebro: las placas amiloides y los ovillos neurofibrilares compuestos por una proteína llamada tau, que son considerados marcadores clínicos de la enfermedad.

El papel de los estrógenos y la terapia hormonal menopáusica en la función cognitiva y la enfermedad de Alzheimer, la principal causa de demencia, ha atraído una amplia atención científica y pública. Encontrar formas de retrasar la aparición de la demencia es de importancia para la salud pública porque aproximadamente el 5% de las mujeres estadounidenses mayores de 60 años tienen demencia; esta cifra aumenta al 12% después de los 75 años y al 28% después de los 85 años. Además, debido a que los adultos mayores son el grupo de más rápido crecimiento en la población, la prevalencia de la demencia aumentará significativamente en los próximos años.

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Los estrógenos son hormonas clave en el sistema endocrino, desempeñando un papel importante en la regulación de diversos procesos biológicos, incluida la salud cognitiva. A lo largo de la vida de una mujer, los niveles de estrógenos fluctúan significativamente, con cambios notables durante la menopausia. Durante la menopausia, se produce una disminución significativa de los niveles de estrógeno, y esto ha llevado a un creciente interés en la relación entre la Terapia de Reemplazo Hormonal con estrógenos y la salud cognitiva.

Revisaremos la fisiología de cómo esta maravillosa hormona está relacionada con esta área fundamental en nuestra vida como es la cognitiva y sobre todo una enfermedad tan temida como el Alzheimer.

Enfatizaremos el papel del estrógeno sobretodo en la función cognitiva, prevención del Alzheimer y su tratamiento.

Función cognitiva

Los receptores de estrógeno se han identificado en el cerebro y parecen particularmente concentrados en el cerebro anterior basal ya que es la principal fuente de inervación colinérgica en el hipocampo. El sistema colinérgico importante para la regulación de la memoria y el aprendizaje, mientras que el hipocampo se encarga de la función cognitiva mediadora del cerebro.

Se han identificado varios mecanismos por los que el estrógeno puede influir en la función cognitiva:

  • El sistema colinérgico: el estrógeno aumenta la síntesis de acetilcolina al estimular la actividad de la colina acetiltransferasa y aumenta la concentración de receptores de acetilcolina nicotínicos hipotalámicos.
  • El sistema de glutamato, un segundo sistema neurotransmisor encargado del aprendizaje y la memoria, el estrógeno aumenta la expresión de proteínas del receptor de N-metil-D-aspartato (NMDA), que está involucrado el proceso por el cual aprendemos cosas nuevas.
  • Contribuyen a la regulación de los genes que influyen en la supervivencia, diferenciación, regeneración y plasticidad de las neuronas, estimulando las neuronas y su capacidad de comunicarse entre sí.
  • Protección las células nerviosas de las excitotoxinas actuando como un antioxidante para proteger las células nerviosas del daño de los radicales libres.
  • El estrógeno puede mejorar la función mitocondrial en el cerebro beneficiando al sistema bioenergótico, incluida la mejora de la producción de ATP y el aumento de la respiración mitocondrial.
  • Reparación del ADN aumentando la transcripción de las enzimas de reparación del ADN en el cerebro.
  • También aumenta los niveles de proteína C reactiva, marcador inflamatorio que se ha relacionado con la disminución de la función cognitiva y demencia.

Estrógeno y demencia

La relación entre el estrógeno y la demencia ha intrigado a la comunidad científica y médica durante años. El estrógeno, una hormona esteroidea fundamental en el sistema endocrino, desempeña un papel significativo en la salud cerebral, incluyendo la función cognitiva. Múltiples estudios han sugerido que la exposición a los estrógenos, especialmente durante las etapas iniciales de la menopausia, podría estar vinculada a un menor riesgo de demencia, particularmente la enfermedad de Alzheimer.

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Se ha postulado que los estrógenos pueden ejercer un impacto positivo en el cerebro al promover la plasticidad sináptica, mantener la integridad de las neuronas y reducir la respuesta inflamatoria. Estos mecanismos podrían contribuir a la preservación de la función cognitiva. Además, algunos estudios han documentado beneficios cognitivos en mujeres posmenopáusicas que han utilizado la Terapia de Reemplazo Hormonal con estrógenos.

El análisis de imágenes obtenidas a través de tomografía por emisión de positrones (PET), figura 2, ha revelado que la iniciación tardía de la TRHB después del inicio de la menopausia podría estar relacionada con niveles más elevados de proteína tau y beta amiloide en el cerebro.

Los resultados indican que el género femenino, la menopausia temprana y el uso de TRHB están significativamente asociados con niveles más altos de tau en regiones específicas del cerebro, así como con niveles elevados de beta amiloide, la proteína que se acumula en el cerebro de las personas con Alzheimer, formando las características placas de esta enfermedad. Además, se ha observado que los niveles más elevados de tau son más comunes en las usuarias de TRHB que han experimentado un considerable retraso entre el inicio de la menopausia y el inicio de la terapia.

Un estudio involucró a 292 individuos sin deterioro cognitivo, de los cuales 193 eran mujeres (66,1%) y 99 hombres (33,9%), con una edad promedio de 67 años. Los resultados mostraron que el género femenino, la menopausia temprana y el uso de TRHB estaban asociados con niveles de tau más elevados en pruebas PET en comparación con los hombres, aquellos con menopausia tardía y aquellos que no habían usado TRHB. Además, se observó que la iniciación tardía de la TRHB (más de cinco años después de la edad de inicio de la menopausia) se relacionaba con niveles de tau más elevados en comparación con el inicio temprano.

En resumen, los hallazgos sugieren que las mujeres, en particular aquellas que experimentan la menopausia a una edad temprana y comienzan la TRHB tardíamente, pueden presentar un mayor riesgo de carga patológica de tau, especialmente en el área neocortical del cerebro. Estos resultados observacionales ofrecen pistas importantes sobre la relación entre la menopausia, la terapia hormonal y la salud cerebral.

No obstante, la relación entre el estrógeno y la demencia sigue en estudio. Los resultados de investigaciones son variados por diversos factores como la duración y el tiempo de inicio de la terapia, así como las diferencias individuales. Además, se han planteado preocupaciones legítimas sobre los riesgos asociados con la Terapia de Reemplazo Hormonal, como el cáncer de mama. En este contexto, la decisión de emplear la Terapia de Reemplazo Hormonal con estrógenos debe basarse en una evaluación personalizada de riesgos y beneficios, como lo hacemos en Clínicas Neolife.

En resumen, la relación entre el estrógeno y la demencia es un campo de investigación en constante evolución. Si bien existen indicios de posibles beneficios cognitivos, también es fundamental reconocer los riesgos asociados. La toma de decisiones debe ser un proceso informado, adaptado a las necesidades individuales y supervisado como es protocolo en Neolife.


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