Hormona de Crecimiento: Mitos y Realidades


En EE.UU. llevan décadas usándola como Terapia de Reemplazo Hormonal, ya que sus bajos niveles plasmáticos se asocian a una mayor morbi-mortalidad.

Aunque la Hormona de Crecimiento tiene una connotación frívola debido a su asociación con las celebrities de Hollywood, lo cierto es que tiene numerosos efectos beneficiosos para la salud: reducción de la grasa corporal, mejora de los biomarcadores de riesgo cardiovascular y del metabolismo hidrocarbonatado, mejora de la fuerza muscular, evita la sarcopenia o pérdida de masa muscular, mejora la calidad de sueño y la calidad de vida.

Dirección médica de Neolife


La Hormona de Crecimiento (HGH, Human Growth Hormone) está actualmente de moda entre las celebrities de Hollywood, así como entre las personas adineradas de EE.UU. A continuación, respondemos a algunas de las preguntas más habituales sobre la terapia hormonal con HGH.

hormona de crecimiento

Según un artículo de Vanity Fair, la HGH te hace sentir diez años más joven, más energético, carismático y feliz, con menos canas y mejor piel. ¿Es cierto?

El artículo de Vanity Fair, como la mayoría de artículos de prensa general que tratan este tema, le da la connotación frívola de los actores de Hollywood, de lo exclusivo, de lo prohibido… pero una persona no se siente 10 años más joven, ni es más carismática, ni deja de tener canas por su simple uso.

Es cierto que algunos de los síntomas citados anteriormente sí están relacionados con la hormona de crecimiento, pues están descritas mejoras en los cuestionarios de bienestar y calidad de vida en la literatura científica. Pero es importante remitirse a los efectos positivos descritos en esta literatura científica y no a la experiencia personal de algunos actores.

Entonces, si no es un elixir para rejuvenecer ¿cuál es el uso de la hormona de crecimiento?

En EE.UU. ya hay muchas personas que utilizan la hormona de crecimiento, pero no para rejuvenecer, sino para mantener funciones fisiológicas ligadas a esta hormona que van desapareciendo con su caída a lo largo de la vida.

Hay que tener en cuenta que la HGH cae bruscamente en la década de los 20 años y posteriormente a un ritmo más lento de un 2% anual. Lo que quiere decir que entre los 30 y 50 años puede haber caído en torno a un 40%.

¿Cómo se puede saber si se tiene deficiencia de esta hormona?

Mediante un test de estimulación de su secreción. Una respuesta insuficiente puede sugerir, junto con una determinada sintomatología (cansancio, aumento de peso, alteración del sueño, incapacidad para hacer ejercicio….), un déficit de hormona de crecimiento del adulto.

Por otro lado el indicador plasmático de los niveles medios de la hormona de crecimiento es la IGF-1. Estos alcanzan sus valores más altos en la pubertad y adolescencia y decaen bruscamente en la década de los 20 años. Desde el punto de vista de la Age Management Medicine el objetivo es tener este biomarcador por encima de 200 ng/mL a cualquier edad.

¿Cuáles son las consecuencias de tomar HGH?

Las consecuencias de su uso, si está correctamente prescrito, son positivas.

Un estudio prospectivo de su uso durante 10 años y publicado en el J Clin Endocrinol Metab en 2007, enumeraba los siguientes efectos: reducción de la grasa corporal, mejora de los biomarcadores de riesgo cardiovascular y del metabolismo hidrocarbonatado, mejora de la fuerza muscular, evita la sarcopenia (o pérdida de masa muscular), mejora la calidad del sueño y mejora de la calidad de vida. Hay otros muchos estudios que relacionan los bajos niveles de esta hormona con mayor morbi-mortalidad.

Por el contrario, al igual que con cualquier otro tratamiento médico, si no está correctamente prescrito puede tener efectos adversos. Su reemplazo debe ser ajustado y controlado en cada paciente en dosis bajas de entre 0,2 y 0,6 mg/día para evitar los efectos secundarios más frecuentes como el edema, las artralgias, las mialgias o el hiperisulinismo. En cuanto al cáncer, la hormona de crecimiento no es carcinogénica. El artículo de Vence publicado en el New England Journal of Medicine en 1999 sobre el tratamiento con HGH en niños y adultos documentó que su incidencia de cáncer era inferior a la de sujetos no tratados con HGH.

Uno de los beneficios de la HGH es que adelgaza. ¿Cuál es el motivo?

La hormona de crecimiento estimula el metabolismo de los hidratos de carbono y mejora la sensibilidad de los receptores de la insulina, además aumenta la masa magra y por tanto eleva el metabolismo basal. Todo ello disminuye la masa grasa.

Quienes defienden su consumo argumentan que si no es perjudicial en los niños, tampoco lo será en adultos…

Es un argumento que no deja de tener su lógica fisiológica. Si se trata a niños con baja talla durante años para lograr incrementar su talla final en un par de centímetros asumiendo un elevadísimo coste y para que supuestamente no le afecte en su psicología, ¿por qué no se va a tratar a un adulto que presenta menos del 50% de los niveles que tenía en su juventud? La respuesta podría ser porque en el adulto tiene efectos secundarios que en el niño no hay. Pero esto no es cierto. Es más bien un tema de autorización administrativa: ¿os imagináis que todo el mundo pidiera su dosis diaria de hormona de crecimiento a partir de los 50 años?

El motivo de que no se prescriba es porque envejecer no es lo mismo que no crecer, pero ¿acaso envejecer no es una enfermedad?

Así es. El debate de si el envejecimiento es o no una enfermedad está vivo y cada vez más a medida que se van conociendo las causas moleculares de éste. Los avances de la ciencia van por delante de la capacidad del ser humano para “digerirlos” e incorporarlos a sus vidas. Siempre ha habido voces en contra de los grandes descubrimientos: la penicilina, las transfusiones de sangre, los anticonceptivos orales, los trasplantes de órganos… Ahora estamos en la fase en la que los avances en la prevención de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento es una realidad. Hasta ahora se curaban cuando aparecían, en el futuro próximo se podrán prevenir con mucha antelación. Esto no quiere decir que no vayan a aparecer, pero sí mucho más tarde. Por ejemplo, se sabe que el cáncer irá en aumento debido al envejecimiento de la población, pero cada vez se curarán más de ellos.

Tal y como dice la Dra. María Blasco (directora del CNIO), el tratar el envejecimiento es tratar de golpe todas las enfermedades relacionadas con él.

El tratamiento con HGH es muy costoso (en torno a 15.000 dólares anuales), motivo por el que se asocia a la gente adinerada.

¿Cuál es el motivo?

Su alto precio se debe a que se fabrica por ingeniería genética y requiere de una gran inversión en investigación para llegar a producirla. Además, también se debe a su limitado uso por indicaciones terapéuticas aprobadas, lo que provoca que haya poca competencia, unas 4 o 5 farmacéuticas en total.

Su elevado precio ha sido aprovechado por oportunistas para la aparición en internet de cremas o pastillas que supuestamente potenciaban su producción natural.

Así es, pero no existe relevancia científica sobre ellas. Lo que sí es posible de manera natural es modular esta hormona con el ejercicio y la dieta.

 ¿Se puede realizar este tipo de terapia hormonal en España?

En España aún no es posible adquirir la hormona de crecimiento, excepto en los casos aprobados por el Ministerio de Sanidad, que son únicamente talla baja en niños y déficit severo del adulto.

¿Esta prohibición hace que se compre de manera ilegal?

Con frecuencia aparecen noticias de su tráfico clandestino, pero más bien relacionadas con su uso en los gimnasios y en el dopaje de los deportes de competición. Nada que ver con la utilización de la HGH como Terapia de Reemplazo Hormonal para el mantenimiento de las funciones fisiológicas.