La testosterona, nuevas pruebas de su seguridad


Existe abundante literatura e información científica que demuestra que los niveles bajos de testosterona se asocian con enfermedad coronaria e incremento de la masa grasa en aquellos pacientes hipogonádicos estudiados.

Tras una exhaustiva revisión de la cantidad ingente de literatura médica publicada sobre este tema, la prescripción por parte de un médico entrenado de manera personalizada sobre las necesidades de cada paciente hace de la terapia hormonal con hormona bioidéntica un medio seguro para conseguir mejoras en la calidad de vida de los pacientes que redundan en un envejecimiento más saludable.

Dr. Francisco Martínez Peñalver – Equipo Médico Neolife


El reemplazo hormonal con testosterona, a las dosis apropiadas y en pacientes que lo necesiten, es seguro y no se relaciona con la aparición del temido cáncer de próstata.

En el año 1942 Charles Huggins comenzó a publicar una serie de artículos que documentaban la mejoría de los pacientes con cáncer de próstata y que se habían sometido a una castración química (1). Dichas investigaciones le granjearon el Premio Nobel de Medicina en el año 1966. El hecho de quitar las fuentes de testosterona de los pacientes y que ello mejorara la evolución de la enfermedad se relacionó rápidamente con el axioma Testosterona-Cáncer de próstata y dicha hormona dejó de usarse de manera generalizada para los casos de hipogonadismo relacionados con la edad durante más de 30 años.

En el año 2004, el Dr Abraham Morgentaler publica en la revista médica con mayor impacto, New England Journal of Medicine, su famoso artículo “Risks of testosterone replacement therapy and recommendations for monitoring”, en donde se demuestra que el reemplazo hormonal con testosterona, a las dosis apropiadas y en pacientes que lo necesiten, es seguro y no se relaciona con la aparición del temido cáncer de próstata (2).

la testosterona

Después de algunos años donde comenzó a afianzarse la creencia de que el reemplazo hormonal con testosterona era un tratamiento seguro, la FDA, el organismo norteamericano que regula los medicamentos, decide realizar un cambio en la etiqueta, en el prospecto, de la testosterona, añadiendo que puede aumentar el riesgo vascular de aquellos pacientes que lleven a cabo el tratamiento (3).

Previo a la nueva alerta desatada por la FDA, Androgel, la forma de testosterona en gel más comercializada de Estados Unidos, ya tenía 15 alertas en su prospecto acerca de efectos secundarios como la ginecomastia, toxicidad hepática, edema y policitemia que no tienen ninguna evidencia en la literatura médica que las demuestre o les de algún tipo de soporte científico. Es más, la propia alerta sobre un mayor riesgo vascular está llena de imprecisiones y términos vagos. ¿Pero qué evidencia científica existe realmente acerca de la relación de la testosterona con los eventos cardiovasculares?.

Existe un grupo de estudios científicos que afirman demostrar que el tratamiento de reemplazo con testosterona produce mayor número de eventos vasculares. Pero cuando los analizamos, los desgranamos, contienen errores graves en su diseño, o han contado como eventos vasculares circunstancias como inflamaciones episódicas de un dedo del pie, ú otros que echan por tierra, que desacreditan, por completo los resultados que aportan. De hecho, al corregir los errores de diseño en uno de esos estudios, la testosterona aparecía realmente como un factor protector para la aparición de eventos cardiovasculares.

Como contraste, existe abundante literatura e información científica que demuestra que los niveles bajos de testosterona se asocian con enfermedad coronaria, e incremento de la masa grasa en aquellos pacientes hipogonádicos estudiados.

En Febrero de 2016 se publicaron los resultados del Testosterone Trial, el ensayo clínico multicéntrico controlado más grande realizado hasta la fecha. Los resultados confirmaban algo que los médicos ya referían en sus consultas diarias, que los pacientes mejoraban en todos los ámbitos de la esfera sexual y en sus niveles de actividad física, con un mayor número de hospitalizaciones y fallecimientos por cualquier causa en el grupo placebo comparado con el grupo de pacientes en tratamiento sustitutivo con testosterona. Un subestudio de este Testosterone trial fue más específico y estudió la incidencia de eventos cardiovasculares, sin encontrar diferencia entre el grupo que estaba siendo tratado y el grupo placebo (4).

Desde la alerta de la FDA acerca de un mayor riesgo vascular en aquellos pacientes con tratamiento con testosterona se han llevado a cabo dos metaanálisis donde no se ha encontrado ese mayor riesgo, sino más bien una tendencia contraria, es decir, una tendencia a que los eventos vasculares en el grupo de pacientes tratados con testosterona sean menores que en el grupo placebo.

En conclusión, tras una exhaustiva revisión de la cantidad ingente de literatura médica publicada sobre este tema, la prescripción por parte de un médico entrenado de manera personalizada sobre las necesidades de cada paciente hacen de la terapia hormonal con hormona bioidéntica un medio seguro para conseguir mejoras en la calidad de vida de los pacientes que pueden redundar en un envejecimiento más saludable.

En Neolife todos los médicos estamos entrenados a tal fin y podemos afirmar que estamos cambiando realmente la manera de envejecer de nuestros pacientes.


BIBLIOGRAFÍA

(1) Huggins et al. Prostatic cáncer treated by orchiectomy; the five year results. J Am Med Assoc. 1946 Jun 15;131:576-581

(2) Rhoden E, Morgentaler A. Risks of testosterone-replacement therapy and recommendations for monitoring. N Engl J Med. 2004 Jan 29;350(5):482-92.

(3) FDA Drug Safety Communications: FDA cautions about using testosterone products for low testosterone due to aging; requires labeling change to inform of possible increased risk of heart attack and stroke with use 2015. Available from: http//www.fda.gov/Drugs/Drugsafety/ucm436259.htm

(4) Snyder et al. Testosterone Trials. Effects of Testosterone Treatment in Older Men.

N Engl J Med. 2016;374(7):611-624.