La vuelta al cole de los hábitos saludables


No es fácil comenzar de nuevo a trabajar, dormir menos, preparar la comida, retomar el ejercicio físico y aceptar las responsabilidades de cada día.

Todo ello requiere un gran esfuerzo. Pero si nos alimentamos correctamente y adquirimos de nuevo unos hábitos saludables tendremos más energía para afrontar todas estas tareas y evitar futuras enfermedades.

Tania Mesa – Directora de la Unidad de Nutrición y Enfermería Neolife

Estefanía Schoendorff – Unidad de Nutrición y Enfermería Neolife


Para volver a retomar nuestros hábitos saludables se deben tener en cuenta estrategias como marcarnos “objetivos reales”, beber más agua o tomar más fibra.

Nos encontramos con la vuelta de las vacaciones y retomamos nuestra rutina diaria. En general, no suele ser una tarea fácil “la vuelta al cole de los hábitos saludables”. Comenzar de nuevo con nuestra jornada laboral, dormir menos horas que cuando estamos de descanso, preparar la comida, ir a la compra, cuidar de nuestros descendientes, volver a retomar el ejercicio físico y aceptar todas y cada una de las responsabilidades de cada día, requiere de un gran esfuerzo. Pero sabemos que si nos alimentamos correctamente y adquirimos de nuevo unos hábitos saludables tendremos más energía para afrontar todas estas tareas y evitar futuras enfermedades, que con el paso de los años nos van pisando los talones.

habitos saludables

Para volver a retomar estos hábitos se debe tener en cuenta:

  1. Marcar “objetivos reales”. Por ejemplo, volver a practicar deporte de forma progresiva; es decir, poco a poco debemos retomar todas las rutinas que nos hemos saltado durante esta temporada vacacional y, en especial, el ejercicio. No podemos pretender reiniciar una rutina diaria de alta intensidad después de un parón: mejor comenzar con dos o tres días a la semana a una intensidad leve-moderada… así evitaremos posibles lesiones o agujetas extremas que nos puedan invitar al abandono sin apenas haber comenzado.
  2. Retomar el hábito dietético saludable. Para ello planificaremos el menú semanal, escribiremos una lista con los alimentos que necesitamos tener en nuestra nevera o despensa e iremos a comprar la comida previamente saciados, nunca con el estómago vacío. Debemos asegurarnos de incluir en nuestra lista: verduras, hortalizas, frutas de temporada, frutos secos, carne magra, pescado fresco, marisco, lácteos desnatados, huevos, legumbres, pasta integral, arroz integral, otros granos y semillas. Se recomienda evitar la tentación de escoger alimentos ultraprocesados o industrializados. Establecer una frecuencia de alimentos por familia puede ser una buena forma de adaptación a una dieta saludable:
    • Vegetales/hortalizas: asegúrese de incluirlo todos los días en la comida y en la cena.
    • Lácteos: incluir mínimo 2 raciones al día (puede ser una buena opción en el desayuno y en la media tarde).
    • Fruta: incluya alguna ración a lo largo del día todos los días de la semana, por ejemplo a media mañana (su fructosa le ayudará a combatir el día con energía).
    • Proteína: intenta introducir la carne blanca o roja magra y el huevo en la comida y dejar el pescado y el marisco para por la noche, ya que son menos pesados y más fáciles de digerir.
    • Hidratos de carbono: escoger los hidratos de origen integral, 2 veces a la semana en primer lugar o 3-4 en forma de guarnición. De todas formas este grupo dependerá de su nivel de actividad física y sus requerimientos nutricionales (podría llegar incluso a necesitar una porción mínima diaria).
    • En cuanto a la cocción de los platos, es hora de decir “adiós” a los fritos, rebozados y empanados y recurrir a técnicas culinarias más saludables como, por ejemplo, el vapor, el horno o la plancha.
  3. Otro de los cambios más importantes que debemos de realizar es la sustitución de refrescos, alcohol, cervezas, vinos… por agua, café, , zumos orgánicos o bebidas naturales. Debemos asegurar una hidratación mínima de agua al día de 1,5 litros (es susceptible de variar según actividad física, edad y sexo de cada persona).
  4. Incluir fibra en su dieta, eligiendo alimentos integrales. Después de las vacaciones nos podemos encontrar con algunas dispepsias intestinales derivadas de los excesos o de un estreñimiento ocasional por el cambio de residencia o viajes este verano. Podemos adoptar la suma de un simbiótico (pre y probiótico) de calidad, que ayude a regular nuestro transito intestinal.
  5. Recuperar un horario regular de comidas y descanso. Se debe intentar asegurar al menos una ingesta de alimentos cada 3-4 horas, para no llegar con hambre a las principales comidas del día (sobre todo a la cena), y un descanso reparador de unas 6-8 horas de sueño. Esto nos ayudará a controlar la ansiedad, evitar “picar” entre horas o comer de forma desmesurada al final de la tarde/noche.

En Neolife, trabajamos para mantener, en la medida de lo posible, unos hábitos de vida saludables a lo largo de todo el año, independientemente del periodo estacional en el que nos encontremos o los eventos sociales que nos podamos encontrar. No obstante, en caso de un posible “desliz” durante estas vacaciones, o bien si presenta dificultades para retomar unos hábitos saludables, nosotros le ayudamos. Realizamos una medición exhaustiva de todos los parámetros de salud que han podido ser susceptibles de un cambio negativo durante estas vacaciones y mediante un abordaje integral y personalizado de nuestro equipo multidisciplinar, llevaremos a cabo todas las medidas necesarias para retomar su ritmo de vida y alcanzar unos parámetros de excelencia de salud. Por lo tanto, es hora de regresar y afrontar el nuevo año laboral de una manera responsable y saludable.