Con la llegada de la primavera, también vienen las alergias estacionales. Pero, ¿sabías que tu intestino juega un papel importante en cómo tu cuerpo maneja estas alergias?
En este artículo descubriremos cómo las afecciones intestinales y la permeabilidad intestinal están relacionadas con las alergias primaverales, y cómo cuidar tu intestino puede ayudar a reducir tus síntomas alérgicos.
David Baeza – Unidad de Nutrición Neolife
El intestino como el centro de la salud inmunológica
El intestino dista mucho de ser solo un tubo digestivo, se ha señalado como un órgano multifuncional con un papel central en la salud inmunológica del cuerpo humano. Esta importancia radica en la compleja red de interacciones que ocurren en su interior, donde la microbiota intestinal juega un papel protagónico. Esta, compuesta por billones de microorganismos, incluyendo bacterias, virus y hongos, es esencial para mantener un equilibrio adecuado en el sistema inmunológico.
La interacción entre la microbiota intestinal y el sistema inmunológico es constante y bidireccional. Por un lado, las células del sistema inmunológico, como los linfocitos, los macrófagos y las células dendríticas, están presentes en el revestimiento intestinal, vigilando y respondiendo a posibles amenazas como patógenos invasores o proteínas alimentarias extrañas. Por otro lado, la microbiota intestinal influye en la maduración y la función de estas células inmunocompetentes, ayudando a regular las respuestas inmunitarias apropiadas.
Además de su función protectora directa, la microbiota intestinal también contribuye a la regulación de la inflamación y la tolerancia inmunológica. La presencia de microorganismos beneficiosos en el intestino estimula la producción de moléculas antiinflamatorias y la supresión de respuestas inmunes excesivas o inapropiadas, lo que es crucial para prevenir enfermedades autoinmunes y alergias.
Las moléculas antiinflamatorias producidas en respuesta a la presencia de microorganismos beneficiosos en el intestino son variadas y pueden incluir diferentes tipos de mediadores bioquímicos:
- Ácidos grasos de cadena corta (AGCC): los microorganismos intestinales fermentan la fibra dietética para producir AGCC, como el butirato, el propionato y el acetato. Estos AGCC tienen propiedades antiinflamatorias y pueden modular la respuesta inmunológica en el intestino, promoviendo la tolerancia y reduciendo la inflamació
- Citoquinas antiinflamatorias: Algunas bacterias intestinales pueden estimular la producción de citoquinas antiinflamatorias, como la interleucina-10 (IL-10) y el factor de crecimiento transformante beta (TGF-β). Estas citoquinas ayudan a regular la respuesta inmunológica y a suprimir la inflamación excesiva.
- Peptidos antimicrobianos: Algunas bacterias intestinales pueden producir péptidos antimicrobianos que ayudan a mantener un equilibrio saludable entre las bacterias beneficiosas y patógenas en el intestino. Estos péptidos también pueden tener propiedades antiinflamatorias y contribuir a la homeostasis intestinal.
- Ácidos nucleicos: Se ha demostrado que ciertas bacterias intestinales liberan ácidos nucleicos, como el ADN bacteriano y ARN ribosómico, que pueden modular la respuesta inmunológica y tener efectos antiinflamatorios en el intestino.
Destacar que la composición específica de la microbiota intestinal puede influir en el tipo y la cantidad de moléculas antiinflamatorias producidas. Una microbiota diversa y equilibrada es fundamental para promover la producción adecuada de estas moléculas y mantener la salud intestinal y el bienestar general.
Sin embargo, este equilibrio delicado puede perturbarse fácilmente por diversos factores, como una dieta poco saludable, el estrés crónico, el uso excesivo de antibióticos y otros medicamentos, e infecciones intestinales. Cuando se produce un desequilibrio en la microbiota, conocido como disbiosis, se puede alterar la función inmunológica, aumentando el riesgo de infecciones, inflamación y enfermedades autoinmunes.
Por suerte, hay medidas que se pueden tomar para mantener la salud intestinal y fortalecer el sistema inmunológico.
Permeabilidad intestinal y su impacto en la salud
La permeabilidad intestinal, también conocida como “síndrome del intestino permeable“, representa un fenómeno complejo que puede tener un impacto significativo en la salud gastrointestinal y sistémica. Esta condición se caracteriza por un aumento en la permeabilidad de la barrera intestinal, lo que permite que sustancias no deseadas, como toxinas, bacterias y partículas de alimentos no digeridos, atraviesen el revestimiento intestinal y accedan al torrente sanguíneo.
La barrera intestinal, compuesta por células epiteliales y un sistema de uniones estrechas entre ellas, actúa como una barrera selectiva que regula el paso de nutrientes y otras moléculas desde el intestino hacia la circulación sanguínea. Cuando esta barrera se ve comprometida, se produce un aumento en la permeabilidad intestinal.
Los factores que pueden contribuir a la permeabilidad intestinal incluyen la inflamación crónica, el estrés, el consumo excesivo de alcohol, el uso prolongado de medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los antibióticos, y las enfermedades autoinmunes como la enfermedad celíaca y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
Cuando la barrera intestinal se vuelve permeable, las sustancias no deseadas pueden filtrarse a través de ella y acceder al torrente sanguíneo, desencadenando una respuesta inmune. Esto puede resultar en inflamación y una serie de síntomas gastrointestinales y sistémicos, como dolor abdominal, diarrea, fatiga, dolores articulares y erupciones cutáneas, ente otros.
Esto sugiere que la disfunción de la barrera intestinal puede desempeñar un papel importante en el desarrollo y la progresión de estas enfermedades gastrointestinales y sistémicas.
El manejo de la permeabilidad intestinal puede ser clave para mejorar la salud gastrointestinal y sistémica. Estrategias como seguir una dieta antiinflamatoria, rica en alimentos integrales y nutrientes esenciales, reducir el estrés, evitar el consumo de alcohol y medicamentos que puedan dañar la mucosa intestinal, y apoyar la reparación y regeneración del revestimiento intestinal con suplementos específicos, pueden ayudar a restaurar la integridad de la barrera intestinal y mejorar la salud en general.
Es fundamental identificar y abordar las causas de la permeabilidad intestinal para promover una óptima función gastrointestinal y un bienestar sistémico.
Afecciones intestinales y alergias estacionales
La relación entre la permeabilidad intestinal y las alergias estacionales es un campo de investigación en constante evolución que ha revelado vínculos intrigantes entre la salud gastrointestinal y las respuestas alérgicas del cuerpo. Estudios recientes han explorado la asociación entre enfermedades como el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) con una mayor susceptibilidad a las alergias estacionales y la rinitis alérgica.
Además, se ha observado que los pacientes con estas enfermedades intestinales tienden a experimentar síntomas alérgicos más graves y una respuesta menos efectiva al tratamiento convencional.
Los mecanismos biológicos que vinculan las afecciones intestinales con la hiperreactividad del sistema inmunológico frente a los alérgenos son objeto de intensa investigación. Se postula que la disfunción de la barrera intestinal y la alteración del microbioma intestinal pueden desempeñar un papel importante en este proceso.
La barrera intestinal, como se mencionó anteriormente, es esencial para regular el paso de moléculas y sustancias a través del revestimiento intestinal hacia el torrente sanguíneo. Cuando esta barrera se ve comprometida, ya sea debido a la inflamación crónica, la disbiosis o la permeabilidad intestinal aumentada, las sustancias extrañas pueden filtrarse y desencadenar una respuesta inmune sistémica.
La respuesta inmune que se desencadena cuando la barrera intestinal se vuelve permeable es una reacción defensiva del cuerpo para neutralizar las sustancias no deseadas que han ingresado al torrente sanguíneo. Esta respuesta inmunitaria implica varios mecanismos que tienen como objetivo eliminar las amenazas y restaurar el equilibrio en el organismo.
Reconocimiento de antígenos: cuando las sustancias no deseadas atraviesan la barrera intestinal y entran en el torrente sanguíneo, son reconocidas por el sistema inmunitario como antígenos o cuerpos extraños. Las células del sistema inmunitario, como los macrófagos y las células dendríticas, detectan estos antígenos y activan respuestas específicas.
Producción de citoquinas: las células inmunitarias liberan citoquinas, que son proteínas mensajeras que regulan la respuesta inmune. Entre estas citoquinas se incluyen las interleucinas y los factores de necrosis tumoral (TNF), que tienen efectos proinflamatorios y ayudan a coordinar la respuesta inmunitaria.
Activación de células inmunitarias: las células inmunitarias, como los linfocitos T y B, se activan en respuesta a los antígenos y las citoquinas liberadas. Los linfocitos T ayudan a coordinar la respuesta inmune, mientras que los linfocitos B producen anticuerpos específicos contra los antígenos invasores.
Inflamación: la activación de células inmunitarias y la liberación de citoquinas provocan una respuesta inflamatoria en el sitio de la invasión. Esto incluye el reclutamiento de otras células inmunitarias al área afectada y la liberación de mediadores inflamatorios para eliminar la amenaza.
Eliminación de antígenos: la respuesta inmunitaria tiene como objetivo eliminar los antígenos y restaurar el equilibrio en el organismo. Esto puede implicar la fagocitosis de los antígenos por parte de los macrófagos, la destrucción de las células infectadas o la formación de complejos inmunes para su eliminación.
En individuos propensos a las alergias estacionales, esta respuesta inmunitaria exagerada puede desencadenar una cascada de eventos que resultan en la liberación de histamina y otros mediadores inflamatorios. Estos mediadores pueden provocar síntomas alérgicos como estornudos, picazón en los ojos, congestión nasal y dificultad para respirar.
Además, la inflamación sistémica asociada con la permeabilidad intestinal aumentada puede contribuir a la sensibilización alérgica y al desarrollo de reacciones alérgicas más graves. La exposición continua a alérgenos estacionales puede mantener activo el proceso inflamatorio, exacerbando los síntomas y haciendo que las alergias sean más difíciles de controlar.
Estrategias nutricionales y de estilo de vida para mejorar la salud intestinal y reducir las alergias primaverales:
- Dieta equilibrada y rica en fibra, probióticos y alimentos antiinflamatorios.
Una alimentación adecuada desempeña un papel fundamental en la salud intestinal y la respuesta inmunitaria del organismo. Una dieta equilibrada y rica en fibra, probióticos y alimentos antiinflamatorios puede ser una herramienta poderosa para fortalecer el sistema inmunológico y reducir los síntomas de las alergias estacionales.
La fibra dietética es esencial para la salud intestinal, ya que ayuda a mantener un tránsito intestinal regular y favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en el colon. Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres, nueces y granos enteros, proporcionan los nutrientes necesarios para alimentar a la microbiota intestinal y promover la salud digestiva.
Los probióticos son microorganismos vivos que ofrecen beneficios para la salud cuando se consumen en cantidades adecuadas. Estas bacterias beneficiosas colonizan el intestino y ayudan a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal. Alimentos como el yogur, el kéfir, el chucrut y el kimchi son fuentes naturales de probióticos que pueden incorporarse fácilmente a la dieta diaria.
La inflamación crónica puede desempeñar un papel en el desarrollo y la exacerbación de las alergias estacionales. Por lo tanto, incluir alimentos con propiedades antiinflamatorias en la dieta puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar los síntomas alérgicos. Pescados grasos como el salmón y la caballa, ricos en ácidos grasos omega-3, tienen potentes propiedades antiinflamatorias. Del mismo modo, el aceite de oliva virgen extra, las bayas, los aguacates, las nueces y las especias como la cúrcuma y el jengibre son conocidos por sus efectos antiinflamatorios.
Alimentos antiinflamatorios: priorizar alimentos antiinflamatorios como frutas y verduras frescas, pescado rico en ácidos grasos omega-3, aceite de oliva virgen extra y especias como la cúrcuma y el jengibre puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y mejorar la respuesta inmunológica.
Hidratación adecuada: mantenerse bien hidratado es esencial para la salud intestinal y el bienestar general. Beber suficiente agua ayuda a mantener la mucosa intestinal hidratada y favorece el buen funcionamiento del tracto gastrointestinal.
Reducción del estrés: el estrés crónico puede afectar negativamente la salud intestinal y aumentar la susceptibilidad a las alergias. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga y la respiración profunda puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud intestinal.
Evitar los alérgenos: Identificar y evitar los alérgenos primaverales conocidos puede ayudar a reducir los síntomas de las alergias estacionales. Esto puede incluir mantener las ventanas cerradas durante los días de alta concentración de polen, usar filtros de aire en el hogar y evitar actividades al aire libre durante las horas pico de polinización.
Suplementos nutricionales: en algunos casos, los suplementos nutricionales como la vitamina D, los ácidos grasos omega-3 y los probióticos pueden ser beneficiosos para mejorar la salud intestinal y reducir la inflamación en el cuerpo.
La glutamina, la mico terapia, el caldo de huesos o incluso la proteína de suero de leche son elementos interesantes para tratar la salud intestinal desde diferentes aspectos y promover una salud integral de nuestro organismo y sistema y digestivo.
Si quieres aprender más sobre como cuidar tu sistema digestivo, protegiéndote de esta manera de las alergias estacionales, no dudes en ponerte en contacto con Neolife.
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