Microbiota intestinal: su papel en el ejercicio físico


Es bien sabido que la nutrición juega un papel fundamental en el entrenamiento, el rendimiento, la recuperación… por lo que la investigación ha relegado este otro importante factor.

El cómo nos alimentamos también nutrirá nuestra microbiota intestinal de forma positiva o negativa según las elecciones que hagamos, y justo esto último y el cómo influye en el rendimiento deportivo se ha convertido en un tema de interés para la investigación y para los deportistas.

Estefanía Álvarez – Unidad de Nutrición y Enfermería Neolife


La microbiota intestinal representa un foco de estudio interesante para el deporte pues cada vez es más la evidencia que apunta que puede suponer un beneficio en este ámbito.  A continuación, enumeraremos algunas de las razones por las que parece que a la microbiota intestinal puede atribuírsele otro beneficio para nuestra salud:

  1. Mejora de la digestión y absorción de nutrientes

La composición y la actividad metabólica de la microbiota intestinal puede ayudar en la digestión y la absorción de energía durante el ejercicio lo cual es fundamental para el rendimiento deportivo.

También, el rendimiento de un atleta puede verse influenciado por su salud en general: nauseas, vómitos, angina abdominal y diarrea son síntomas gastrointestinales típicos en el ejercicio, asociados a la disminución de la circulación. La menor circulación además hace que se vea afectada la mucosa intestinal, aumente permeabilidad intestinal y empeoren los síntomas antes mencionados. Se ha visto en estudios que deportistas con suplementación de probióticos presentan menores niveles de zonulina fecal, un marcador de permeabilidad intestinal.

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Los probióticos y una microbiota intestinal sana ayudarán por tanto a mejorar el bienestar gastrointestinal del deportista y así su rendimiento.

  1. Regulación del sistema inmunológico

Atletas de alta intensidad tienen desafíos fisiológicos sobretodo a nivel de sistema inmune y gastrointestinal, como se habló en el punto anterior; antes, durante y después del ejercicio. Específicamente, ejercicios prolongados de alta intensidad se han asociado a una disfunción inmunitaria transitoria y mayor riesgo a enfermedad infecciosa, sobretodo respiratoria.

Se sabe que el sistema inmunológico depende en gran parte de una microbiota intestinal sana por lo que una buena composición de la misma será sinónimo de mayor maduración de la inmunidad, y menor incidencia de infecciones, duración y síntomas lo que influirá directamente con el rendimiento del deportista.

  1. Recuperación después del ejercicio

Se sabe también que ejercicio prolongado de alta intensidad es sinónimo de inflamación transitoria, disfunción inmunitaria y estrés oxidativo. En estudios se ha visto que con suplementación de probióticos hay menor cantidad de citoquinas proinflamatorias después del ejercicio.

Una microbiota intestinal sana también mejora la recuperación aumentando la absorción de antioxidantes. Dado que los radicales libres son abundantes después del entrenamiento, es importante que los atletas presenten entonces altas cantidades de antioxidantes durante la recuperación. Cuando se ingieren durante la recuperación, los probióticos aumentan la absorción de antioxidantes y, por lo tanto, promueven la lucha adicional contra los radicales libres justo cuando lo necesita.

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  1. Producción de metabolitos beneficiosos

La microbiota intestinal es productora de metabolitos beneficiosos para la salud como pueden ser los ácidos grasos de cadena corta y vitaminas del complejo B.

Los ácidos grasos de cadena corta se han asociado al rendimiento físico, así como a otros beneficios sobre la salud. Además, tienen efectos antiinflamatorios que participaran en la recuperación después del ejercicio. También ayudan a la salud del epitelio intestinal y, por tanto, a la mejora de la permeabilidad intestinal hablada en el punto número 1.

  1. Regulación del peso y la composición corporal

La microbiota intestinal está involucrada en la regulación del metabolismo y en el equilibrio energético. Algunos estudios han demostrado que una composición alterada de la microbiota puede estar asociada con el sobrepeso y la obesidad. También parece que puede estar asociada con el mantenimiento de la masa muscular.

Todo apunta a que mantener una microbiota intestinal saludable puede ayudar a los deportistas a regular su peso corporal y mantener una composición corporal adecuada para su deporte específico.

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  1. Eje intestino-cerebro

Cada vez está más comprobado la relación entre la microbiota intestinal y las emociones, por eso la referencia al eje intestino-cerebro. Y de aquí los posibles efectos beneficiosos sobre la salud mental de los deportistas, el manejo del estrés, el rendimiento mental y el estado de animo.

En general, la creciente evidencia científica ha indicado que la microbiota intestinal juega un papel importante en la fisiología y puede afectar al rendimiento físico; sin embargo, se requiere de investigación adicional con estudios de calidad a largo plazo para avanzar en las conclusiones y para marcar el modo de acción.

En conclusión, lo que sí queda claro es que los probióticos son conocidos por su potencial para reducir síntomas gastrointestinales tan presentes en los deportistas, y el riesgo de infección, lo que beneficiará directamente su rendimiento. Además, los probióticos podrían mejorar las adaptaciones al entrenamiento, y mejorar la recuperación del deportista y el estado de animo.

Una alimentación equilibrada con buen aporte de fibra fermentable, polifenoles, grasas saludables, alimentos fermentados, entre otros, será beneficiosa para la microbiota intestinal. Incluso, la suplementación con suero de leche y proteína de guisante se ha visto que aumenta la diversidad de bacterias positivas en la microbiota intestinal.


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