Cenar pronto es bueno para la salud y la longevidad


Un reciente estudio realizado indica que elegir el momento adecuado para comer es tan importante como lo que ingerimos.

El estudio se realizó sobre dos grupos de moscas: a uno de ellos se le permitió comer durante todo el día, mientras que al otro grupo sólo se le permitió comer durante 12 horas al día. El estudio redujo el riesgo cardiovascular y el envejecimiento en las moscas de la fruta estudiadas mediante la restricción de su dieta a determinadas horas.

Tania Mesa – Nutricionista y Enfermera de Neolife


Los hallazgos realizados en moscas de la fruta podrían conducir algún día a beneficios sobre la calidad del sueño y el deterioro del corazón en humanos.

“De grandes cenas están las sepulturas llenas”, “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”, “come poco y cena menos, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago”… Así nos habla desde hace siglos el refranero popular, pues desde tiempos remotos se ha hablado de las virtudes de cenar poco para vivir una vida larga.

Un nuevo estudio publicado en la revista Science (1), llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de San Diego y el Instituto Salk para Estudios Biológicos, muestra que comer en el momento adecuado es tan importante como lo que comemos. El estudio redujo el riesgo cardiovascular y el envejecimiento en las moscas de la fruta estudiadas mediante la restricción de su dieta a determinadas horas.

Ritmonutrición y Cronobiología. La dieta al compás de nuestro cuerpo.

Se hicieron dos grupos de estudio: a un grupo de moscas se les administró una dieta a base de harina de maíz y se les dejó comer durante todo el día; al otro grupo sólo se les permitió comer durante 12 horas al día. El estudio mostró, a las tres y a las cinco semanas, que las moscas que tenían una restricción calórica mejoraron el sueño, el peso corporal y el corazón respecto a las que comían durante todo el día, a pesar de que comieron cantidades similares. El experimento se repitió varias veces para comprobar que los resultados de mejora eran debidos al tiempo restringido de ingesta y se identificaron tres vías genéticas partícipes de estos efectos.

Aunque el estudio solo se realizó en moscas de la fruta, los hallazgos podrían conducir algún día a beneficios sobre la calidad del sueño y el deterioro del corazón en humanos, según sus autores.

Investigaciones previas (2) indican que las personas que tienden a comer y cenar más tarde en el día son más propensas a desarrollar enfermedades relacionadas con el corazón que las personas que dejan de comer antes.

Igualmente, otras investigaciones (3) han demostrado que existen beneficios en la prevención de enfermedades metabólicas si se restringe el tiempo de ingesta a lo largo del día, por ejemplo, dejando de ingerir alimentos a las ocho o nueve de la noche hasta el día siguiente.

Ritmonutrición, la dieta al compás de nuestro cuerpo.

Estos resultados se suman al apoyo de la cronobiología (ciencia que estudia los ritmos biológicos) y más concretamente a la ritmonutrición, permitiendo aportar los nutrientes al organismo en el momento preciso en que más lo necesite o tenga el mayor impacto sobre nuestra fisiología.

En Neolife adoptamos los principios básicos de la ritmonutrición. Por ejemplo, somos conscientes de que los alimentos ricos en el aminoácido tirosina son más apropiados por la mañana y que los alimentos ricos en triptófano deben ingerirse por la tarde-noche.


BIBLIOGRAFÍA

(1) Satchidananda Panda et al. Time-restricted feeding attenuates age-related cardiac decline in Drosophila. Science, March 2015 DOI: 10.1126/science.1256682

(2) https://newsroom.heart.org/news/skipping-breakfast-may-increase-coronary-heart-disease-risk

(3) https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1550413112001891