Melatonina y salud intestinal, grandes aliados


Suplementar con melatonina favorece la salud intestinal, de acuerdo a las conclusiones extraídas del estudio de Gao y Wang. 

Una mala higiene del sueño está correlacionada con una reducción en las defensas antioxidantes, un aumento de la inflamación y lesiones en la mucosa del colon. También una disminución en la microbiota intestinal y un aumento de microbiota patógena, por ejemplo: aeromonas. 

Francisco Martínez Milla – Unidad de Nutrición Neolife 


La microbiota intestinal  

Millones de microorganismos colonizan muestra piel y mucosa. El total de microrganismos que lo colonizan es muy superior al número total de células del organismo. Solo en el intestino, están descritas más de 1500 especies de microorganismos diferentes, que viven en equilibrio entre ellos y en simbiosis con nuestro organismo. 

Una disbiosis implica un desequilibrio cuantitativo y/o cualitativo de los microorganismos de la microbiota, estando asociados a múltiples disfunciones, incluida una desregulación del ciclo circadiano. 

En Neolife, a través de un estudio de la microbiota, estudiamos y pautamos suplementación con probioticos y alimentación específica para cada microbiota, con el fin de establecer una eubiosis en la microbiota beneficiosa: 

  • 1.1 Microbiota inmunomoduladora: Escherichia coli; Enterococcus spp. 

Se encargan de modular el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. La microbiota inmunomoduladora debe estar en un porcentaje por debajo del 1%. Su disminución está relacionada con alteraciones en el sistema inmune, dando lugar al desarrollo de alergias y patologías relacionadas con el sistema inmunitario. 

  • 1.2 Microbiota protectora: Bacteroidetes spp.; Bifidobaterium spp.; Lactobacillus spp. H2O2-Lactobacillus spp. 

Los lactobacilos productores de H2O2 ejercen una labor protectora frente a diversas infecciones, adhiriéndose a la mucosa vaginal e inhibiendo el crecimiento de gérmenes y bacterias. 

  • 1.3 Microbiota muconutritiva: Faecalibacterium prausnitzii; Akkermansia muciniphila.

Faecalibacterium prausnitzii tiene un papel fundamental en la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC). 

Akkermansia muciniphila libera monosacáridos, aminoácidos y AGCC al degradar la mucina del epitelio intestinal (su fuente de energía). Sin suficiente moco ni ácido butírico la permeabilidad se ve aumentada. Produce endocannabinoides intestinales que controlan la inflamación, la permeabilidad intestinal, regulación del tránsito y metabolismo lipídico. 

  • 1.4 Microbiota sacarolítica primaria y neuroactiva: Bifidobacterium adolescentes; Ruminococcus bromii; Lactobacillus plantarum.

Un equilibrio en la microbiota sacarolítica primaria asegura una correcta degradación del almidón resistente para proporcionar la principal fuente de energía a las bacterias del colon. Este proceso de fermentación contribuye significativamente a la producción de AGCC, que tiene como consecuencia la reducción del riesgo de aparición de enfermedades colorrectales, mayor masa fecal, y la disminución del pH fecal o el tiempo de tránsito colónico. 

  • 1.5 Microbiota proteolítica: E. coli Biovare; Proteus spp.; Pseudomonas spp.; Clostridium spp. 

Niveles adecuados contribuyen a la digestión de proteínas y péptidos. Sin embargo, un exceso da lugar a una producción de metabolitos de desecho que alcalinizan el medio intestinal, favoreciendo el crecimiento de bacterias patógenas; bloqueando el crecimiento de hormonas reguladoras y aumentando los ácidos grasos putrefactos.  

  • 1.6 Microbiota portadora de lps 

Constituyen una parte de la estructura capsular normal de bacterias Gram negativas. Cuando estas mueren, desprenden al intestino los LPS. Niveles normales no suponen ningún tipo de riesgo, sin embargo, en altas concentraciones se comportan como endotoxinas, provocando una cascada inflamatoria que se traduce en permeabilidad intestinal. Niveles elevados se observan en inflamación en personas con obesidad, diabetes tipo II y resistencia a la insulina. 

Melatonina y salud intestinal, grandes aliadosRelación melatonina y microbiota 

La privación del sueño, eleva significativamente los valores de norepinefrina y reduce el contenido de melatonina en plasma. Esa disminución en los niveles de melatonina, también repercute en una disminución en la capacidad antioxidante, una regulación a la baja de las citoquinas antiinflamatorias y una regulación a la alza de las citoquinas proinflamatorias; reducción de número de células calciformes, células muy importantes en el mantenimiento de la salud digestiva. 

En consulta, tras la valoración de la prueba del IIMEL, valoramos los resultados del estudio redox/inflamatorio, en los que se realiza una determinación de marcadores de actividad antioxidante y del daño oxidativo/inflamatorio en plasma y hematíes del paciente. 

Salud digestiva y alcohol 

Entre los agentes que van en detrimento de la salud digestiva, esta el alcohol. Este alcohol provoca fugas intestinales y enfermedad hepática alcohólica. Además, según sugiere el estudio de Swanson, la supresión de melatonina puede promover fuga intestinal y endotoxemia 

Conclusiones 

La suplementación con melatonina apoya el estado antioxidante y promueve una respuesta inflamatoria saludable. 

Para realizar una suplementación precisa, es fundamental determinar los niveles de melatonina y coenzima Q10 (ubiquinona + ubiquinol) en plasma y células mononucleares periféricas, metodología utilizada en consulta en nuestras Clínicas Neolife. 


BIBLIOGRAFÍA

(1) Gao, T., Wang, Z., Dong, Y., Cao, J., Lin, R., Wang, X., … y Chen, Y. (2019). Papel de la melatonina en la disfunción de la barrera intestinal inducida por la privación del sueño en ratones. Revista de investigación pineal ,67 (1), e12574. 

(2) Escames, G., & Acuña-Castroviejo, D. (2009). Melatonina, análogos sintéticos y el ritmo sueño/vigilia. Rev Neurol, 48(5). 

(3) Swanson, GR, Gorenz, A., Shaikh, M., Desai, V., Forsyth, C., Fogg, L., … y Keshavarzian, A. (2015). La disminución de la secreción de melatonina se asocia con una mayor permeabilidad intestinal y es un marcador de endotoxemia en alcohólicos. American Journal of Physiology-Gastrointestinal and Liver Physiology ,308 (12), G1004-G1011.