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Existen ya numerosas publicaciones que relacionan el estrés y la ansiedadcon un aumento de la probabilidad de sufrir enfermedades. Por ejemplo, una persona estresada tiene más posibilidades de presentar un infarto agudo de miocardio o un infarto cerebral, que una no sometida a esta situación. La Salud Conductual es uno de pilares de la Medicina Preventiva Antiaging.
Una mente en calma trae fuerza interior y confianza en uno mismo, por eso es muy importante para la buena salud
En Neolife se trata el estrés y la ansiedad endógena (motivada por desequilibrios hormonales) y se asesora acerca de programas de salud conductual a aquellas personas:
Sometidas a cambios hormonales, ya sean fisiológicos (la llegada natural de la menopausia en las mujeres y la andropausia en los hombres) o provocados de forma artificial por tratamientos quirúrgicos o farmacológicos, que pueden alteran la producción hormonal natural (cirugías ginecológicas o urológicas, tratamientos oncológicos, inmunosupresores…).
Que por motivos exógenos están sometidos a unos niveles elevados de estrés: laborales, familiares…
Que tienen dificultades en su vida diaria para controlar sus niveles de ansiedad.
El estrés ha entrado en nuestras vidas, y ha venido para quedarse. El ritmo de vida actual hace que la mayoría de nosotros nos encontremos sometidos a una alta carga tensional.
Históricamente, la relación del estrés con la enfermedad es algo que siempre se ha intuido, tanto la comunidad científica como la población en general. Estamos en el momento en que la ciencia está finalmente descubriendo cómo el estrés se relaciona con la enfermedad y el envejecimiento acelerado.
“En Estados Unidos existen ya clínicas que emplean la terapia de reemplazo hormonal como parte de un tratamiento orgánico, estético y también psicológico”.
La PsicoNeuroInmunología es una disciplina relativamente nueva que investiga estas relaciones entre el sistema nervioso central, nuestros niveles hormonales, las citoquinas (proteínas señalizadoras en nuestro organismo), y la enfermedad y el envejecimiento. Como ejemplo, una enfermedad cutánea muy común como la psoriasis tiene una base autoinmune y todos los que la sufren saben que empeora en épocas de estrés emocional; de hecho, estos pacientes tienen tasas más altas de depresión y otros cuadros psiquiátricos y niveles más altos de cortisol.
Asimismo, la longitud telomérica –los telómeros son el extremo de nuestros cromosomas, contienen nuestra información genética y se acortan con cada división celular- parece que puede ser en gran parte culpable de este nexo entre estrés y enfermedad/envejecimiento. Individuos con mayor estrés tienen longitudes teloméricas menores y menor actividad de la telomerasa (que se ve afectada también por el aumento de los niveles de cortisol). Telómeros más cortos se han asociado a enfermedad cardiovascular, enfermedad de Alzheimer, diabetes, artrosis y a mortalidad en general.
Disciplinas como la meditación y el mindfulnesshan demostrado científicamente -en importantes estudios sobre poblaciones amplias- reducir el estrés, entre otros múltiples beneficios, y con ello los síntomas asociados a enfermedades autoinmunes, reumáticas y otras enfermedades relacionadas con el estrés.
Los distintos ejes hormonales controlan el funcionamiento en líneas generales de todo el organismo. Alteraciones en estos ejes constituyen un factor de estrés tanto a nivel orgánico como emocional, pudiendo afectar no solo a la salud física, sino también a la psicológica. A su vez el estrés intenso o sostenido en el tiempo, es capaz de alterar estos ejes hormonalesde forma recíproca. La esfera hormonal y la emocional funcionan como un engranaje bidireccional.
Hay que comprender que la caída hormonal más o menos brusca que se produce tanto en la Menopausia como en la Andropausia supone un factor de estrés nada desdeñable para el organismo. El cuerpo, tanto el de la mujer como el del hombre, tiene que adaptarse ahora a funcionar con niveles mucho menores de estas hormonas, que ejercen acciones importantes, ya no solo en la esfera reproductiva, si no también a nivel neurológico, cardiovascular, óseo, e incluso cutáneo. Podemos decir que este descenso hormonal se puede ver por fuera y por dentro. Debido al gran impacto que tiene el eje hormonal en el resto del organismo, uno de los aspectos clave de nuestros tratamientos en Neolife es siempre restablecer el equilibrio hormonal de nuestros pacientes.
“En Estados Unidos existen ya clínicas que emplean la terapia de reemplazo hormonal como parte de un tratamiento orgánico, estético y también psicológico”.
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